Buenos días a todos,
Es de mi agrado presentar este
reto semanal referido a políticas públicas de ámbito positivo.
En este caso, aunque podría centrar
mi post de hoy en numerosos ámbitos, me voy a centrar en el plan de política de
igualdad que se desarrolla en mi ciudad, Albacete. A mi parecer, a parte que en
muchos casos puede ser calificado como una infracción grave de las relaciones
laborales, tener un plan de igualdad es necesario y fundamental para eliminar
la discriminación por razón de sexo y ayuda a transmitir el compromiso real de
la empresa con la responsabilidad social y a desarrollar tanto la creatividad
como la motivación y productividad.
El logro de la igualdad real demanda
de la existencia de instrumentos prácticos como son los planes de igualdad.
El camino hacia esa igualdad real
supone el reconocimiento de las capacidades, los derechos y las libertades de
todas las personas en relación con diferentes ámbitos (social, político, educativo,
cultural, familiar, etc.).
Se hace necesario, por tanto, un
cambio de valores basado en el respeto de los derechos humanos y la promoción
de la ciudadanía.
El presente Plan de Igualdad va
más allá de una declaración de principios, estableciendo un marco de trabajo
que permita el avance hacia la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres
a todos los niveles y en todos los ámbitos de la vida.
Como este plan se basa en la
realidad concreta de la ciudad de Albacete, teniendo en cuenta sus
características, limitaciones, necesidades y posibilidades.
El doble objetivo que se pretende
es, por un lado, la construcción de un futuro igualitario, con la prevención de
la perpetuación de las desigualdades de género en la ciudad de Albacete,
impulsando cambios que permitan una auténtica transformación; por otro lado, la
intervención en el presente sobre las consecuencias que esta desigualdad genera
en la ciudadanía del municipio, apoyando a las mujeres y las personas LGTBI
víctimas de estas relaciones injustas.
Para la elaboración de dicho plan
primero se parte de una realidad que se refleja en cifras y es la siguiente, la
incorporación de las mujeres al mercado laboral sigue estando por debajo de los
hombres, siendo Castilla-La Mancha la comunidad Autónoma con la brecha de
género más elevada y con una tasa de paro de las mujeres del 23’87% mientras
que la tasa de paro de hombres se sitúa en un 13’60% (Observatorio de Igualdad
y Empleo, 2020). En nuestro país las mujeres cobran de media un 12.2% menos que
los hombres (Informe CEOE, 2019) y esa brecha es más elevada a medida que
aumenta el nivel de los salarios, lo que supone un claro indicio de que las
mujeres siguen enfrentándose al conocido como techo de cristal. Respecto al
ámbito familiar, las mujeres siguen siendo las responsables de la mayoría de
las tareas domésticas en comparación con los hombres
Además del añadido de la
discriminación que sufren las mujeres como resultado del predominio de una
sociedad patriarcal.
Por tanto, es necesario que se
produzca ese avance hacia la igualdad real y efectiva y tales Planes son una
medida positiva para ello.
Para la elaboración de dicho plan
es necesario hacer mención a la situación y contexto sociodemográfico de
Albacete, municipio con mayor número de población de la Comunidad Autónoma de
Castilla-La Mancha. Y los datos que se incorporan a tal plan son los datos
oficiales más recientes de los padrones municipales de habitantes que se
publican en el INE. Por ejemplo, si nos basamos en los datos del 2019 que
vienen recogidos, Albacete contaba con una población total de 173.329 personas,
de las que 88.642 eran mujeres, la mayoría entre los 35 y 60 años.
Una vez tenidos en cuenta estos
dos factores de cuál es la justificación y la situación sociodemográfica, los
planes deben contar con un marco normativo del que se sustente y unos
principios orientadores del Plan.
Estos principios son los siguientes:
- - Enfoque de los derechos humanos
- - Transversalidad
- - Participación
- - Diversidad e interseccionalidad.
Tras ello, se marcan cuáles son
los ejes y objetivos tanto generales como objetivos, que se pueden ver en la siguiente
tabla.
Además de estos objetivos que se indican, el plan lo que
trata es de enumerar medidas específicas, así como un calendario de ejecución e
indicadores de evaluación para alcanzarlos.
Desde mi punto de vista, todo Plan de Igualdad tiene efecto en el acceso igualitario a recursos tanto materiales como económicos para las mujeres, y va más allá puesto que como incorpora un marco de trabajo con un calendario, permite el avance hacia la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres a todos los niveles y ámbitos de la vida.
Los Planes, además, suponen un reto hacia el avance ya que,
con medidas y objetivos concisos, se puede llegar a identificar cuáles son las carencias
y puntos de debilidad según los indicadores que se utilicen y con ello se puede
llegar a presentar las oportunas recomendaciones para su modificación futura, y
se puede generar información cuantitativa y cualitativa necesaria para orientar
la toma de decisiones y llevar a cabo las oportunas modificaciones.
Los criterios de evaluación de este plan son:
- * Eficacia. Tratando de valorar si se han
alcanzado los objetivos establecidos y los resultados esperados, sin tener en
cuenta los costes.
- * Cobertura. Es la relación entre la población
beneficiada y la total que tiene la necesidad.
- * Participación. Se analiza la oportunidad de
todos los agentes de participar en todas y cada una de las fases de
planificación y evaluación.
Y por último, haré mención a cuáles son los niveles de
evaluación que se establecen.
a- * Evaluación de medidas. Que constituye el nivel
más concreto de evaluación con carácter bianual.
b- * Evaluación global del Plan. El segundo nivel es
el del Plan en su globalidad que realiza la sección Técnica de Igualdad y
producirá el informe Final que se traslada al Consejo Municipal de la Mujer
para su análisis y elaboración de propuestas para el siguiente Plan.
Muchas gracias
Sara M.A.
Comentarios
Publicar un comentario